Interesante artículo del blog Filosofía Egipcia Ancestral. No es Kemetismo Ortodoxo.

Para los egipcios antiguos al ser humano lo componen varios “cuerpos” o elementos que tienen finalidades diferentes. Los principales son: el espíritu Ba, el Ka, el Ib o corazón-conciencia, el Ren o nombre de creación, la energía Sekhem, el Khat o cuerpo físico, el Shuyt o sombra.

Comencemos por el que más nos identifica, nuestro yo o “Ka”:

El Ka es la esencia de la materia que tiene o porta en sí la semilla del espíritu. Eso es el Ka. Es una manera de que la persona encarne en la materia sin perder el espíritu (Ba) que le acompaña.

Cada Ka es la persona que lo porta, es su energía, es su forma de actuar, su sabiduría y su esperanza de trascender en el Más Allá.

estatua para el ka de Mereruka

Estatua del Ka de Mereruka en el interior de su mastaba. Las “estatuas del ka” se fabricaban como imágenes del difunto con doble finalidad, una para recibir las ofrendas, pero también como una especie de repuesto en caso de que la momia fuera destruida. La estatua del ka una vez terminada debía someterse al ritual de “Apertura de la Boca” (así también como la momia), con la finalidad de abrir los sentidos del difunto, para que pudiera “ver” y “escuchar” a los vivos. Hecho el ritual el ka podía utilizar esa estatua que le representaba como un portal para entrar y salir del mundo físico.

Cada Ka es único, siendo éste el resumen de la vida dada por Netjer en la materia. Sin Ka el ser humano no es nada, porque sin Ka no hay nada, nada sucede, nada cambia. El Ka está atado a la rueda de los ciclos y las encarnaciones, es parte de la realidad de Dios (o Ma’at), y en ella actúa a gusto, ya que el Ka tiene libre albedrío en el Universo. Es sabido que al Ka no le gusta interferir de modo negativo en ma’at, pero en algunos casos puede llegar a “caer” y descender profundo en la materia olvidando su aspecto divino y espiritual.

Mientras más olvida su procedencia y naturaleza más puede alejarse de Dios. Netjer lo atrae hacia sí y le permite existir en su Verdad, pero para eso el Ka no debe olvidar su propia naturaleza divina.
Unido al Ka, y existiendo únicamente en la Duat, encontramos:

EL “PÁJARO BA”:

ba 2

El ka del artesano Inerkhau realiza el gesto de saludo “henu” ante su propio ba.

Si como aseguraban los antiguos egipcios que “todo es doble en todo”, y si “como es abajo es arriba”, entonces el mundo visible de la materia es la “proyección” de otro, un mundo invisible para nuestros cinco sentidos y que los egipcios antiguos llamaban duat”.

Duat es el lugar donde el espíritu del ba crece y se multiplica. El ser humano desconoce esta realidad porque está sumergido en la materia de la tierra, pero el espíritu del Ba es parte de la Duat y no de la materia.

A la Duat los Kau difuntos (kau es el plural de la palabra egipcia ka) van a “descansar” luego de su paso por la materia. Allí se liberan y purifican de sus sentimientos terrenales, de todo lo que padecieron en la tierra. Esto es bueno para ellos porque los libera del dolor que, de otra manera, estaría por siempre atrapado en el espíritu del Ba.

Una vez limpios, los Kau difuntos pueden comenzar el proceso de absorción del conocimiento que se transmutará en sabiduría una vez que se ha comprendido globalmente lo sucedido en el paso por la materia.

Podemos interpretar la Duat como un sitio de reflexión, de absorción, de Amor Incondicional y de Verdad. Allí nada está oculto, todo es visible para los sentidos. Es un bello lugar que todos hemos llamado hogar, y donde todos nos reuniremos para que el espíritu del Ba pueda tener más noción de sí mismo y acreciente su experiencia carnal en este momento de la creación.

Así como Netjer es uno y es todos a la vez, la Duat está dividida y está unida en este mismo momento. Las regiones que la dividen son necesarias para la comprensión del espíritu Ba. El Ka no divide, para él la Duat es una sola.

Es importante saber que el espíritu Ba no sólo vive en la Duat, también es parte de la materia. El Ba, como Uno individual, no es materia, pero su multiplicidad de manifiesta tanto en la materia como en el espíritu, que es uno y múltiple, pues es como Dios lo ha creado.

ba 4

Imagen de un pájaro Ba fabricado en madera. Su rostro verde y la barba lo asimilan al dios Wesir, el representante de los ciclos de la creación. El disco solar que lleva sobre la cabeza lo asimila a Ra, y es un símbolo de la sabiduría solar que el Ba posee.

Si queremos indagar sobre qué es el espíritu Ba, la respuesta sería que el Ba es sobre todo la esencia de nuestro Creador. El Ba es vida y cómo vivirla, es la guía que permite al ser humano sobrevivir en planos inferiores de conciencia.

Para comprender mejor es necesario tener presente que el Ba permite ser uno y múltiple en un sólo momento, puesto que fue creado a imagen y semejanza de Netjer. La multiplicidad del Ba está dada por el centenar de Kau. Estos Kau son como las “semillas” que el Ba “planta” en el mundo material, cada Kau con una finalidad diferente (un plan divino único).

Podemos imaginar al espíritu Ba como un pulpo etérico de finos tentáculos. Al final de cada uno de esos tentáculos el Ba porta una de sus “semillas”, esto es, un Ka único que no se repite en la creación. Cada Ka encarna en la materia llevando consigo a su Ba en “forma” de voz interior. Ba y Ka son uno y se comunican por medio del “corazón del Ka”, ahora encarnado.

Esta óptica filosófica nos explica que el Ba es la voz interior del ser humano, y se manifiesta en “corazonadas”, “pálpitos”, intuiciones o sueños. El Ba no es la voz de la conciencia, o el intelecto, es la voz del corazón, del Ser Interior.

Los egipcios antiguos dieron mucha importancia a la escucha del corazón, ya que esta es la manera de entrar en contacto con el espíritu Ib. Al corazón le llamaron “Ib”, mientras que al corazón físico, la víscera, la llamaron “haty”. El Ib contiene la “sabiduría solar” en su interior y se le representa como una vasija con asas.

ba 3

El Ba representado en el Libro de la Salida al Día». Estos Bau sobrevuelan la momia porque el cuerpo momificado es el canal de comunicación que utiliza el ancestro Akh para transmitir su sabiduría (el Ba es sabiduría solar). A la izquierda el Ba del escriba Ani y su esposa sobre la puerta de la tumba (portal que une ambos mundos). Delante de ellos hay lámparas de aceite encendidas indicando la luz/sabiduría que poseen. Sobre la cabeza llevan lotos y conos de perfume.

El Ba se representa en la simbología kemita como un halcón, ave que lo asocia con Ra y su sabiduría solar. Este halcón, en cambio se plasma en la iconografía con cabeza humana, el llevar un rostro humano lo asocia con el ser humano, específicamente con el Ka encarnado. Por eso si el Ka es el de un hombre el rostro del Ba es masculino, y el rostro es femenino si el Ka es el de una mujer. Además de cabeza humana el Ba se representa con manos humanas. El Ka en cambio se representa como una persona, con el sexo de su portador.

IB LA VOZ DE LA CONSCIENCIA DENTRO DEL CORAZÓN HUMANO:

Para los antiguos egipcios lo importante era poseer la Verdad en el corazón. El hombre común no podía comprender las verdades que existen en los reinos más elevados y que se expresan en el Mundo Visible. En cambio, lo que era incomprensible para el hombre común era del dominio de los sabios. Sólo el sabio que había desarrollado su escucha interior no tenía la necesidad de razonarlo todo, porque reconocía que todo estaba contenido en su “Ib”.

Amuleto Ib.

Amuleto con forma de Ib, se trata de una vasija con asas. La misma contiene la sabiduría del Ba.

El sabio Ptah-hotep dedicó una de sus máximas a este elemento que no es humano. El Ib no pertenece al hombre, proviene de Dios, por lo que su esencia es divina y no forma parte del Ka, pero le permite al Ka percibir lo divino y acceder a la espiritualidad; el Ib siempre muestra el camino de Ma’at.

Ptah-hotep formula este decisivo precepto: “Sigue tu corazón durante el tiempo de tu existencia”, todo lo que reduce el tiempo consagrado a escuchar al Ib es una pérdida de energía lamentable, y así aconseja: “[…] no abrevies el tiempo de seguir al corazón. Desperdiciar su momento de acción (del Ib) es la abominación del Ka.”

El Ib crece durante esos momentos dedicados a su escucha y el Ka también se beneficia de esos encuentros con lo divino (no hay que olvidar que el Ib es de origen divino). De esta forma el Ka comienza a desear ser más espiritual que material, y el Ib comienza a revelar su contenido y realiza así su verdadera función: servir de conexión entre el Ka y el Ba.

ib 2

El Ib tiene una importante participación durante el juicio de conciencia del difunto. Todo lo que contiene se “equilibra” junto al símbolo de la ma’at: la pluma de avestruz. El «Libro de la Salida al Día» del escriba Hunefer muestra como la vasija Ib descansa sobre el platillo izquierdo de la balanza que no es más que una forma de la diosa Ma’at.

La forma física del Ib es una vasija con asas, pareciera que está vacía pero no es así. La vasija Ib contiene el “secreto de Ra”, guarda en su interior toda la creación porque Netjer y los seres humanos comparten el mismo Ib.

Dicen los sabios que Ra comunicó a sus deidades que el contenido de la creación estaba guardado ¡en el interior del ser humano! Esto fue mal acogido entre los dioses porque las deidades saben que la maldad suele tentar a los hombres.

Pero Ra les tranquilizó diciendo que el ser humano no podía alcanzar esa sabiduría si actuaba bajo la supervisión de su ego, y que sólo en los momentos en que el Ka estuviera receptivo a escuchar la voz del corazón la vasija se abriría.

El ser humano no puede acceder a la vasija cuando le apetece hacerlo, no puede sacar nada del interior del Ib a no ser que esté en “ma’at y con Netjer”, en un estado puro, amoroso, adorando al Creador. Cuando honra a quien lo ha creado, el ser humano puede acceder al contenido del Ib.

Por eso las festividades religiosas eran para los egipcios antiguos tan importantes, porque eran momentos en que los fieles escuchaban a sus corazones “hablar”. A lo largo del año los kemitas celebraban cientos de rituales y fiestas religiosas que veían como oportunidades para acceder al Ib y su contenido sagrado. Cada momento de la vida diaria se sacralizaba mediante un ritual con el fin de «escuchar” el “secreto de Ra”: el ritual de la mesa, el ritual del peinado, el ritual del baño, el culto a Dios y la veneración de los ancestros eran momentos sagrados donde toda la comunidad se unía con la finalidad de “hacer hablar al corazón”.

amuletos ib

Amuletos que representan la vasija Ib. Están tallados en diversas gemas, incluyendo hematite y cornalina.

Todo lo que contiene el corazón ha sido creado en el Zep-Tepi, el “Tiempo Primero”. No existe nada que la vasija no contenga, todo está dentro de sus paredes, toda la creación está guardada en el Ib. La única forma de acceder es “escuchando” al corazón, llenando de vacío la mente, porque el Ib sólo habla en el más absoluto silencio interior. Si habla la mente (el ego) la vasija queda “sellada” hasta que la mente se aquiete, callándose, permitiendo escuchar la voz del corazón.

A veces los dioses hablan a través de la vasija, a veces lo hace el Ba. Por eso los antiguos consideraron que el Ib es el eslabón que conecta toda la creación, las deidades, los ancestros y la sabiduría divina de Ra con el ser humano.

Resumiendo, el Ib es la vasija donde Ra guardó la semilla de la vida y la fórmula para hacerla crecer bajo cualquier forma y aspecto. Todo está en el Ib contenido, y éste está contenido en el interior del ser humano. La vasija Ib es la puerta hacia Ra.

REN EL NOMBRE DE CREACIÓN QUE LA DIVINIDAD NOS ENTREGÓ:

Para los egipcios antiguos el “Ren” estaba guardado en el fondo de la sagrada vasija Ib. Es el Ren la armonía del corazón al aumentar la vibración solar del mismo. Podemos traducir la palabra egipcia “ren” como el “nombre” del individuo, no obstante debemos entender bien de qué se trata este nombre.

Ren es la vibración primera que causó la vida en el ser humano. Netjer llamó al ser humano por su nombre y éste fue al encuentro de su creador cuando escuchó su nombre. Esa fue la primera vez que la persona escuchó la voz de Netjer llamándolo. Y así el ser humano llegó a la vida, así fue creado, mediante el llamado de Dios en el universo invisible.

El Ren en sí es eterno, no cambia porque es una única creación. Pero las personas han confundido este nombre de creación con lo que vamos a denominar “nombre de encarnación”. Este último no es sagrado, y va a desaparecer igual que desaparece el cuerpo. Algún día volverá a ser cambiado al completarse un nuevo ciclo de vida-muerte-vida y el ser humano recoge a lo largo de sus muchas existencias varios nombres. Pero estos nombres son humanos, dichos por voces humanas, no son divinos como el Ren, el “nombre de creación” que Netjer obsequia a cada persona al instante en que le crea.

Luego de su creación, una persona puede pasar mucho tiempo en la Duat sin recibir un nombre humano, pero cuando “desciende” a la materia recibe un nombre humano y tiende a olvidar su nombre de creación. Una vez que retorna a la Duat se queda con el nombre que usara en la tierra, porque ya todos así lo conocen y le es mucho más sencillo utilizar el nombre de pila. Por esta razón los egipcios continuaban llamando a sus difuntos por sus nombres de pila.

El nombre de una determinada persona es su sonido particular en el universo. Cada ser, cada entidad, cada objeto tiene un lugar en la creación “musical” de Netjer. La creación no es muda, cuenta con miles y millones de sonidos que vibran para así formar parte de la “orquesta” cósmica. Esta orquesta está siempre en perfecta sintonía y perfección, nada quiebra su ritmo, porque es el ritmo de Netjer, es la propia Ma’at en estado vibratorio musical. Es la diosa Het-Hert-Ma’at quien mantiene ese sistema en perfecto funcionamiento como si fuera un reloj. Ningún oído físico puede captar los ritmos del universo que son musicales y vibran como Ra lo hace.

Los egipcios antiguos sabían que conocer el Ren es destructivo para el ser humano porque no sabría cómo protegerlo de su propio ego. Además de poco sirve conocer el secreto de Ra cuando sólo Ra puede pronunciar ese sonido en la creación. Lo mejor era dejarlo guardado en lo más profundo de la vasija Ib.

Igualmente sabían que el nombre de pila (también denominado Ren) podía ser utilizado por magos oscuros los que, por codicia, podían “actuar en isfet” dañando seriamente a cualquiera con tan sólo poseer el nombre completo de esa persona. Por esa razón las madres protegían a sus pequeños dándoles un nombre que mantenían en secreto. Así el niño -o niña- era conocido por el nombre que le había puesto su comunidad, o por el apodo que cariñosamente se había ganado de su familia o amigos. Al mismo tiempo el niño tenía un nombre más que era secreto y conocería una vez que llegara a la mayoría de edad.

Las deidades también poseen un Ren, y sus nombres son más que secretos. Esto lo sabemos por un mito religioso recogido en el Papiro Mágico de Turín. Allí se cuenta cómo la diosa Aset crea una serpiente por medio de la magia y la utiliza para lastimar y enfermar al dios Ra. Mediante promesas de curación Aset le exige a Ra que le confiese su nombre. Finalmente la diosa consigue su propósito y se convierte así en Aset Weret-Hekau (“Grande en Magia”), transmitiéndole la sabiduría y poder solar a su hijo Heru.

aset hekau

La diosa Aset representada en su Nombre de Weret-Hekau.

Los Reyes también temían a los magos oscuros y utilizaban la magia del Shenu para proteger tanto su nombre de nacimiento como el de entronación. Estos nombres eran escritos dentro de lo que hoy se denomina cartucho, lo que antiguamente no era más que un heka realizado con una cuerda bien anudada que mantenía a resguardo los principales nombres del Nisut-Bity.

ren 2

Arcón del tesoro de Tutankhamón mostrando los nombres del Rey mágicamente protegidos dentro de sus respectivos Shenu (cartuchos)

Hubo casos en los que un determinado Rey no fue bien aceptado por sus descendientes, y éstos decidieron destruir el nombre del monarca odiado para impedir su actuación en el Mundo Visible. Para lograrlo borraron a golpes de cincel los nombres resguardados en los Shenu, no sin antes haber realizado un heka para desatar los nudos mágicamente anudados, así como también destruir las estatuas mágicas de dicho monarca para evitar la ira del difunto. Los casos más conocidos son los de Hatshepsut y Akhenatón.

Nombrar a los Akhu y a los difuntos era una manera de “volverlos nuevamente a la vida”. Se creía firmemente que los difuntos bendecidos acudían al ser llamados por sus nombres de pila. El nombre se convertía en un nexo que mantenía unidos a los vivos con los muertos y viceversa. Este nexo se puede observar en el símbolo Ankh que no es más que una tela fuertemente anudada que mantiene unidos ambos mundos, el visible de los vivos y el invisible de los difuntos.

ren 1

El dios Hor-iun-mut-ef haciendo el gesto de la “llamada” para invocar a su padre, el difunto Wesir.

Eso es el Ren, el nombre de creación, la vibración que fue emitida por Netjer para crear a esa persona en particular. Es el ritmo que compone la gran orquesta cósmica que es la propia Ma’at y es toda armonía, donde cada persona forma parte de esa gran orquesta “tocando” su propio “instrumento” que es el sonido que compone su Ren. Y finalmente lo que mantiene a cada componente de la raza humana unido sin importar en qué momento del ciclo de Wesir se encuentre.

SHUYT LA SOMBRA QUE BUSCA LA ILUMINACIÓN:

La sombra, o Shuyt, es una parte del ser humano que no tiene nada que ver con la sombra física, la que se crea en el mundo de la materia. Shuyt se denomina a la necesidad del ser humano de estar siempre bajo la Verdad de Dios (entendida como el Disco Solar). Es una parte de intelecto del hombre, y también es una entidad igual a él.

shuyt 1

Bajo la vigilancia y protección del Ba, la sombra sale de la tumba durante las horas nocturnas.

Cuenta el mito de la “destrucción de la humanidad” que llegó un día en que los hombres comenzaron a codiciar la sabiduría y el poder de Ra, el Sol (símbolo de todo lo que el universo contiene). Fue entonces que la raza humana sintió el deseo de poseer el conocimiento que le brindara poder, el heka que le permitiera ser igual a los dioses. Para conseguirlo los hombres comenzaron a urdir un plan contra su Creador. Al enterarse Ra que sus criaturas querían ser iguales a él, les envió a su Ojo enfurecido. Este Ojo, en su Nombre de Sekhmet, se dedica desde ese día a “devorar” los egos humanos que se levantan contra quien los ha creado.

Ese es el mito que cuenta qué sucedió a los hombres cuando no poseían sombra que les recordara lo poco que saben y lo mucho que desean saber. Ra -al ser el Sol- es quien “crea” la sombra, Ra “obsequió” la sombra al hombre para recordarle el día en que él (el hombre) desató la furia del Ojo del Creador.

sombra Neferoubenef

La sombra de difunto Neferubenef deja la tumba durante las horas diurnas, dándole la espalda al sol, símbolo de la sabiduría de Ra.

La sombra no aprende nunca, es un recordatorio de que el ser humano nunca alcanzará el conocimiento pleno, no conocerá todos los secretos de Ra. La sombra le recuerda a cada instante que será por siempre un aprendiz de Ra, pero jamás será su maestro. No es algo que sea externo del ser humano. La sombra “domina” el ego del hombre que busca la sabiduría, pero al mismo tiempo le recuerda que debe seguir intentando poseer ese conocimiento cósmico.

La sombra sigue siempre ahí. Recuerda lo importante que es la humildad, la vocación de superación, el trabajo para dominar al ego, y el deseo siempre oculto en su oscuridad de querer ser como su propio Creador, el Sol, Ra.

SEKHEM LA ENERGÍA DE LA VIDA:

La palabra egipcia Sekhem (pronunciado seJEM) significa “poder”, así como también “autoridad”. El cuerpo físico se denomina Khat, mientras que el cuerpo psicológico-emocional-energético se llama Ka. Sekhem es la fuerza vital que permite la acción del Ka en el mundo físico.

sejem

El jeroglífico de la palabra Sekhem.

Cuando el Khat de una persona muere, todos los “cuerpos” que la componen se separan como un líquido que se derrama de un vaso roto. El Khat y el Sekhem son los elementos mortales del ser humano, mientras que el Ka es eterno. No obstante el Ka difunto precisa energía vital para continuar en movimiento, por lo que suplanta al Sekhem por un nuevo “elemento” llamado “sahu”. El Sahu es la energía vital que el ser humano utiliza en el Más Allá, mientras que el Sekhem realiza la misma tarea durante la encarnación del individuo.

En la actualidad debe entenderse “Sekhem” como Poder o Energía Cósmica, equivaliendo a Prana, Chi, Ki, etc.; o sea, la energía presente en todos los puntos del universo, la energía de la vida que nos envuelve y penetra.

SekhmetE

La deidad sanadora Sekhmet (La Poderosa) obtiene su nombre de la energía Sekhem. Esta estatua se expone en el Templo de Medinet Habu.

KHAT LA ENVOLTURA FÍSICA DEL KA:

El Khat (se pronuncia JAT) es el elemento que compone al ser humano con el que todos estamos familiarizados: el cuerpo físico.

La filosofía de los egipcios antiguos enseña que lo que compone al Khat es la misma materia de la que están compuestas las montañas, el río, el cielo y la fuerza cósmica. Al principio, en el momento conocido como Zep-Tepi, el tiempo primero, el despertar de la consciencia de Netjer -en su Nombre de Ra- crea explosiones doradas, explosiones de luz en varios sitios diferentes; la consciencia despertaba y se expandía bajo la forma de luz y sonido. Más adelante el agua se mezcla con la tierra de Kemet creando un barro negro que será la materia prima utilizada por el dios Khenum, el alfarero. Este dios trabaja el barro sobre su torno, modela seres oscuros con los que poblará el mundo visible de la materia. Estas entidades “caen” en la tierra como gotas, gotas que no se originaron en las nubes, gotas que provienen de los ojos del Creador. Esta precipitación desciende y se arrastra sobre la tierra, y allí donde se detiene algo se genera, ya sea un árbol, una flor, un pez… y así se fue creando el Zep-Tepi en el mundo visible.  De esta forma se “precipitó” el espíritu en la materia, así creó Khenum a partir del “barro negro”.

El dios alfarero Khenum trabaja el barro negro en su torno (imagen derecha) hasta crear una figura humana (imagen izquierda).

La mitología nos permite concluir que Netjer utilizó los mismos componentes para crear toda su creación, él concibió a partir de lo que contenía en su interior. Como consecuencia todas sus creaciones se asemejan entre sí, y todo está unido a todo en la creación. Cada célula del ser humano lleva dentro de sí estos componentes que también se encuentran en otras entidades tan diferentes como las montañas o los ríos. Cada una de estas “entidades”, comprendidas como espíritus que representan a esas entidades físicas, están incluidas dentro del Khat del ser humano.

El ser humano tiene para sí un Khat individual igual al de sus semejantes. Este cuerpo le concede un tiempo de vida para desplegar y desarrollar sus capacidades divinas y humanas. Ese tiempo no está dado por el tiempo físico sino más bien por su Khat y el tiempo de supervivencia en la materia, y cuanto más cuide el Ka a su Khat más tiempo tendrá para realizar su misión de vida. Pero, ¿para qué necesita el Ka un cuerpo físico?

Para experimentar su opuesto, la materia, para luego volver a experimentar al espíritu pero desde otra óptica ya que su acción ha cambiado debido a su paso por el mundo visible. De esa manera el Ka va cambiando su mente, así como cada vez que “viaja” a la materia regresa con una fisonomía distinta y va transmutando dentro de la creación.

khat 1

Dentro de la tienda de los embalsamadores, el dios Yinepu prepara el Khat del difunto Sennedjem con el mismo ritual que usó para su padre Wesir.

Todos sabemos que los egipcios mantenían eternos los cuerpos de los difuntos momificándolos, pero el Ka no es eterno en su forma de ser y pensar, y el flujo continuo de ir y venir de un mundo al otro le hacen trascender su conducta estática y le llevan a la transmutación tanto del físico como de las ideas.

El Khat es un “envoltorio” material del ser humano; lo que contiene proviene de Netjer en su Nombre de Ptah y lo que hace a ese cuerpo ser un contenedor es la paciencia amorosa de Khenum que elabora el Khet que cada Ka pide para llevar adelante su misión de vida. Cada cuerpo es único y fue creado a pedido del Ka que lo habita.

Los rituales son un camino que lleva a Netjer. Son un encuentro del ib y el ka con la deidad. No son obligatorios, pero el ib crece durante los rituales, y el ka también se beneficia de estos encuentros con lo divino. De esta forma el ka comienza a desear ser más espiritual que material, y el ib comienza a contar su historia y a servir de conexión con el ba que también desea entrar en contacto íntimo con su ka más amado.

 

A los ancestros también los veneramos mediante rituales. Ellos están siempre presentes en nuestro corazón y pensamiento, pero el realizar el ritual refuerza el vínculo que existe entre ellos y nosotros. El ritual los coloca un paso más cerca de la persona amada encarnada, tan sólo por eso es muy beneficioso realizar estos encuentros tanto con Netjer como con los ancestros.

 

Es importante el poseer la Verdad en el corazón (ib). Algunas veces la ciencia no puede comprender las verdades que existen en los planos más elevados y que se expresan en el Mundo Visible. Cuando la Verdad está instalada en el corazón la ciencia no es necesaria, puesto que ya se “conoce” todo lo que Netjer ha creado en su verdad absoluta. Puede que hoy esta sea una verdad incomprensible, sólo el sabio que ha desarrollado su escucha interior no tiene la necesidad de razonarlo todo, porque reconoce que está todo contenido en su ib.

 

El ib se representa como una vasija con asas, que contiene la sabiduría solar. El diseño es una copia del jeroglífico utilizado para escribir «corazón».

Hombres y mujeres vienen al mundo de la materia con una conciencia limitada que deben desarrollar para comprender su propio camino. Es así que pasan mucho tiempo intentando descifrar la realidad de su mundo -que es la realidad de su ser interior-, y no encuentran su capacidad escondida de saber todo a cada paso. Es este el proyecto que debemos desarrollar. Se comienza primero explorando el ser interior, lo que lleva a descubrir que no es necesario nada más, porque todo se encuentra en Netjer y Netjer está implicado en nuestro propio ser. Esto debería ser la necesidad primera de un kemetico, lo más importante para poder comprender a Netjer como la base absoluta de todo el ser. Netjer como Creador más que como un ser extraño que mora lejos de nuestra existencia. Quien consiga esto tendrá a Netjer habitando en su corazón antes que en su capilla. Llevar a los dioses en el corazón es la máxima prueba de amor a la que podemos aspirar como sus hijos e hijas.

 

Como primer paso se debe pasar más tiempo en meditación ante el altar intentando conectar con el ib. Eso es de suma importancia. Para poder llamarlo y contactarlo es de utilidad el ponerle un nombre a nuestro ib.

 

El ritual “Sedjem-ib” es el modo de satisfacer las necesidades del ba, que no está ajeno porque escucha todo lo que ocurre dentro del ser humano. Se debe confiar en la guía y ayuda de las deidades durante el proceso; son protectores amorosos y sublimes que encantan al ka. Acercarse a Netjer tanto en su individualidad como en su multiplicidad acelera el proceso evolutivo del ser humano.

 

La escucha del corazón es la manera de entrar en contacto con tu ib. Él tiene mucho para decirte porque la sabiduría solar es lo que contiene. Su interior es todo luz, la luz del halcón es lo que encuentras en el ib. Por eso es negligencia dejar pasar sus momentos de acción. Lo que hoy tiene para decir es la verdad que guarda en su contenido. El ib actúa a medida que se lo permitas. Si no le dejas “actuar” y su realidad pasa desapercibida, entonces pierdes información de mucha utilidad para tu ka. Ya es momento que tu ib comience su  “despertar”, porque cuando deja de utilizarse el corazón pierde su voz y su fuerza. Ya no puede forzarte a escucharlo, pierde interés y no se comunica a no ser que sea de suma necesidad.

 

Amuletos de diversos materiales (incluyendo hematite y cornalina) que representan el ib.

Intenta hacer una consulta a tu ib y escucha lo que te responde, pregúntale algo cotidiano y él responderá, puede que sea algo sin mucho interés para tu ka, o puedes pedirle que te crée un heka específico, ya que el mago también depende de la escucha de su corazón para crear los remedios y el heka que necesita para una situación especial.

 

También puede ser útil a la hora de conectarse con la Duat y sus moradores. Pregúntale: ¿qué debo saber ahora sobre la realidad de mis akhu? Y él responderá porque conoce el mundo invisible (porque lo contiene). Pregúntale sobre un Netjeru, un lugar o una persona y él responderá. Sólo necesitas “ubicarlo” y hablarle como si fuera un viejo amigo. Recuerda que no es parte de ti, es parte de tu ba y una manera de unión entre el espíritu ba y tu ka.

 

Si algo no sabes pregunta. Si algo necesitas indaga. La respuesta vendrá por siempre pues el ib todo lo contiene.

El ib es la sede de la clariaudiencia. Se debe entrenar para que el don se desarrolle. La clariaudiencia debe darse en todo momento y lugar, y el ib debe gritar más “fuerte” que el intelecto. Se debe también dominar al intelecto y no tenerlo como la base de la sabiduría, puesto que la sabiduría proviene del ib y no de la mente (lo que proviene de la mente es el conocimiento. El ib conecta con el ba en forma directa, mientras que el intelecto no acepta la existencia de algo más allá de los sentidos que posee. Se debe trabajar a diario para que el ib se refuerce y el intelecto se modifique.

 

Amuleto ib de pasta vítrea.

El ritual Sedjem-ib o Escucha del Corazón.

Es este un antiguo heka que se utilizaba para entablar una “conversación” con el ib. Mediante este heka se adquiría la práctica de la escucha interior. Se realiza en meditación ante el altar para, así , comprometerse a escuchar al propio corazón en presencia de Netjer.

 

Para realizar este heka se necesita una imagen del ib, o sea, una imagen (foto o dibujo) que represente al propio corazón sobre el altar. También se puede contar con una imagen material de piedra, madera, metal, etc., o podemos fabricar nuestra propia imagen.

 

Para tomar conciencia del ib y llamarlo a nuestra presencia debemos dotarlo de un nombre (ren). El corazón responderá a la voz de su portador y a cualquier nombre que éste decida ponerle. En realidad es una elección del ka. Se debe pensar en un nombre que sea fácil memorizar, ya que no debe olvidarse. Realizado este paso, se le da una forma y un color, todo lo que permita saber cómo realmente es para tenerlo presente.

 

El nombre del ib debe ser una palabra que despierte cariño en su portador, así lo tendrá en estima cada vez que le llame.

 

Ib conteniendo el capitulo 30 del papiro conocido como

Ib conteniendo el capitulo 30 del papiro conocido como «Libro de los Muertos».

El heka Sedjem-ib se realiza del modo siguiente:

Preparar el altar colocando la imagen del ib junto con el incienso y la llama (que normalmente los kemeticos ortodoxos utilizamos para el Senut o ritual diario). Realizar la apertura del altar y los gestos de protocolo correspondientes ante Netjer, y llamar al corazón del mismo modo que se invoca a las deidades.

 

El fuego y el incienso deben estar encendidos porque es una apertura del altar (se debe “abrir” la capilla). Si se desea primero invocar un Nombre de Netjer para que sirva de guía se puede hacer, pero eso no es necesario. Basta con realizar el ritual en ma’at para evitar cualquier tipo de isfet que pueda interferir en el desempeño de este heka.

 

Seguidamente del llamado del ib en su nombre se debe practicar el “deseo consciente” de estar junto al corazón. Frente a la imagen del ib, colocamos nuestra atención y todos nuestros sentidos en entrar en sincronía con el corazón y todo lo que contiene, abriéndonos a su realidad y conectándonos con su “voz interior” para poder escuchar su mensaje.

 

Una vez que se toma posesión del corazón se está en condiciones de formularle una pregunta, la que será respondida por nuestro ba desde el lugar donde éste se encuentra: nuestro propio ib.

 

Es en este momento en que se da la escucha, es el “momento de acción del corazón” que el sabio Ptah-hotep aconseja no dejar pasar porque es “abominación del ka”.

 

Junto al altar es conveniente dejar a mano papel y lápiz para anotar lo que el ib ha contestado, así no se olvida lo que ha dicho y se aprenden sus enseñanzas.

 

El heka termina con la entrega de ofrendas al ib como agradecimiento por la sabiduría revelada.

 

Se debe proceder a la despedida tanto del ib como de Netjer y cerrar el altar, sin olvidar los respectivos gestos de protocolo. Finalizar “retirando el pie”. Si esto se realiza en ma’at frente al altar de Netjer, ante Su presencia este heka será mil veces efectivo.

 

La sabiduría que procede del ib se conoce a medida que se interactúa con él. Recíbelo como un amigo en tu vida y entrarás en contacto con este ser que tiene como morada el interior de tu ka. Tu ib se alegrará cuando realices un ritual para escucharle. Así como acudes en presencia de los dioses para escuchar el corazón de la divinidad, así deberás acudir al tuyo propio para escuchar lo que él tiene para decirte.

 

Acude a tu ib, porque cuando acudes a él estás pidiendo el consejo de tu ba, tu espíritu creador que anima a tu ka a conseguir todo lo que te propusiste antes de llegar al Mundo Visible.

 

Recordando las palabras de los ancestros, que «tu lengua nunca se separe de tu corazón».

 

Autor: Inebhau.

Heru-sa-Aset

Heru-sa-Aset

“Nada me toca ni me daña. Tus alas me cubren y me resguardan.

Heru-sa-Aset es un camino de victoria a través de la lucha con la Verdad en la mano y como fuente de poder. Es equilibrio y es amor, es fuerza y debilidad por lo justo, es estricto pero también infantil o aniñado como pocos… ¡Hay tanto para enseñar de Él! Lo bueno es que construyas tu relación con el Halcón y camines confiado entre sus alas.”

Palabras de RudjeniHeru Shemsu de la Ortodoxia Kemetica e hija de Heru-sa-Aset.

El 3/8/2015 comenzó el Año 23 bajo Su Santidad Hekatawy (AUS). Los kemeticos ortodoxos celebramos el día “Wep Ronpet”, la “apertura” de un nuevo año que trae consigo la protección y guía de un dios o diosa. Este Wep Ronpet la diosa Aset ha revelado que este año pertenece a su hijo Heru-sa-Aset.

¿Quién es Heru-sa-Aset?

Heru-sa-AsetHeru-sa-Aset es una deidad de fuerza y poder.
Su Poder proviene de la corona que heredó de su Padre Wesir.
Su Fuerza proviene del propio Sol de Luz que es fuerte para vencer las tinieblas de la ignorancia.
Su Amor proviene de su propia Madre, Aset, porque fue ella quien le entregó todo lo que él necesitara para gobernar. Ella es el trono, mientras que él es el Rey, el Nisut verdadero, con un camino realizado por su Padre. Él es el Nisut eterno fuera de los límites del tiempo presente. Es el Señor de las funciones de la corona, y de Kemet entero.

Su fuerza es la fuerza del Sol, su sabiduría proviene de la magia de su Madre. Él es el Rey perfecto pues tiene todo lo que hace al Rey ser justo en Ma’at y con Netjer. Es el verdadero Nisut que provee, que aporta el equilibrio entre los opuestos, la verdad ante la mentira, pues su fuerza es capaz de destruir la semilla de la maldad. Nada entra en las Dos Tierras desde que él posee la Doble Corona.

Es necesario que posea también la confianza de sus súbditos porque así él puede traerles justicia, amor, verdad y poder. Y puede complementar con su magia la falta de luz, de sabiduría y de fe en los corazones de sus súbditos, si estos piden con amor por el bien de sus vidas al verdadero Rey del Doble Trono.

¿Cómo será el año que viene de la mano de Heru-sa-Aset?

Para los súbditos del Halcón de la Doble Corona este es un año muy brillante donde todos van a encontrar la fuerza que Heru-sa-Aset trae desde el vientre de su Madre Aset. Es la fuerza del Halcón para quien no existen secretos ni misterios en el mundo de Netjer. Él conocerá todas las debilidades humanas y, si se le es permitido, las sacará de los corazones de sus fieles dejando en su lugar la fuerza del hijo que venga a su Padre.

Heru-sa-Aset no conoce el terror, por lo tanto, sus hijos e hijas verán el terror desaparecer de sus planes y proyectos. La serpiente Apep atacará como acostumbra hacer, pero nada malo ocurrirá a aquellos que viven bajo las alas del Halcón Dorado, porque para él no hay nada que le cause terror en el corazón, pues está “inmunizado” contra toda serpiente venenosa.

(más…)

Extracto de las Máximas de Ptahhotep, visir de Kemet en el año 2400 antes de esta era:

La Providencia.

Al que Dios guía no puede extraviarse, pero al que ellos privan de barca no puede atravesar. Dios es el que hace avanzar, y los que van dando codazos no acaban bien.

Nadie sabe lo que puede ocurrir de forma de que pueda preverse el mañana. No te fíes de tus riquezas que sólo han venido por un don de Dios. A todo le ha de llegar su tiempo, pues nada puede escapar de aquel que lo ha predestinado.

La conducta.

Si deseas que tu conducta sea buena, apártate de todo mal. Guárdate de un acto de avaricia: es una enfermedad mala e incurable; Hace imposible la confianza; es una acumulación de todo lo que hay de malo y un saco de todo lo que es odioso. El hombre subsiste cuando Ma’at es su línea de conducta y sigue recto su camino. Así pues, no ambiciones nada fuera de lo que te pertenece.

El hombre que obedece al vientre (al ego), recoge antipatía en lugar de amor; su corazón está triste y su cuerpo no está bien ungido.  Alegre es el corazón de aquellos que Dios colma, pero el que obedece a su vientre pertenece al enemigo.

Diosa Ma'at

El que está todo el día sombrío, nunca tendrá buen tiempo; el que todo el día es frívolo, nunca sentará su casa. Reprime tus deseos, retén tu lenguaje; entonces serás admitido entre los dignatarios.

No inspires terror a los hombres, pues entonces también se rechaza a Dios. Nunca el terror del hombre ha sido eficaz; sólo es eficaz el decreto de Dios. Proponte vivir en paz, y lo que den las gentes vendrá de buen grado.

Ma’at es Grande y sus efectos permanecen; nunca ha sido tomada en falta desde el Tiempo Primero. La ruindad destruye la riqueza, y la injusticia nunca ha llevado su empresa a buen puerto. El injusto dice: “Yo adquiero para mí”, y no: “Yo adquiero por medio de mi oficio”; pero cuando llega el fin, es la justicia, Ma’at, la que permanece.

Sé liberal mientras vivas. Busca la calma tras la tempestad. Orienta tu acción hacia Ma’at, la verdadera justicia. El que se muestra benéfico está con Dios, y sucede lo que él desea. La benevolencia es la que hace crecer el amor.

Escribas

El saber y el hablar.

Hazte respetar por tu saber y por la calma de tu lenguaje.

No seas arrogante por tu saber, sino consulta al hombre sin cultura tanto como al sabio, ya que nunca se alcanza una competencia total y nunca el artesano domina plenamente su arte.

La buena palabra está más oculta que la malaquita (en la profundidad de la tierra), pero puedes encontrarla entre las servidoras de la molienda.

Haz poco caso del maldiciente y no discutas sus palabras; será tachado de ignorante cuando tu sangre fría haya igualado a su impertinencia.

Sé indulgenteDjehuty/escriba cuando escuches las palabras de un afligido. No lo detengas hasta que haya vaciado su vientre de lo que se proponía decirte. Para el afligido es más importante aliviar su corazón que ver cómo se realiza aquello por lo que se preocupa. Aunque no puede solucionarse todo lo que reclama, escucharlo con benevolencia es un alivio para su corazón.

Cuando respondas a un encolerizado, aparta tu rostro, contrólate. La llama de un arrebatado pronto se apaga, y cuando un hombre procede con moderación, su camino se allana.

No repitas una calumnia ni la escuches, porque es obra de un hombre irascible; habla tan sólo cuando creas que puedes aclarar el asunto. Al experto le toca hablar en el consejo, pues la palabra es más difícil que cualquier otro trabajo y sólo da autoridad a quien la domina a fondo.

El arte de escuchar.

Acecha la palabra del sabio y escucha. El que escucha saca provecho de ello, pues escuchar deviene en oyente. El que escucha es un hombre al que Dios ama, y el que no escucha es un hombre al que Dios detesta.

Es el “corazón” (el Ser Interior) el que acostumbra a su poseedor a escuchar o a no escuchar. El corazón de un hombre es vida, prosperidad y salud.

Todo oyente oye bien al que habla, pero sólo el que se complace en escuchar obrará según lo que se dice.

Escriba del Louvre

El Sabio.

El sabio se levanta pronto para asentar su situación, pero el necio se levanta pronto para agitarse.

El necio, que no quiere escuchar, no puede realizar nada. Él considera el saber como la ignorancia y las cosas provechosas como las nocivas; todo lo hace de forma reprensible y se le encuentra en falta todos los días; vive de lo que hace morir y su alimento es deformar las palabras. Su mal carácter es conocido por los responsables. De día en día muere viviendo.

El sabio cuida de su espíritu y así afianza en la tierra su buena fortuna. Se reconoce al sabio por lo que sabe y al noble por sus buenas acciones. Su corazón y su lengua están en armonía, sus labios son justos cuando hablan, sus ojos ven, sus oídos gozan de oír lo que es útil. Así ocurre con el que obra en Ma’at sin ninguna injusticia.

Djehuty/ Maat

Con estas palabras finaliza este artículo sobre la sabiduría de Kemet, hogar sublime de la auténtica inmortalidad: el amor a Dios.

¡Dua Djuhuty, el Señor de la Sabiduría!

*

*

*

Autor: Pablo Mestre.

Antiguo Shenu de uso personal.

Antiguo Shenu de uso personal.

El símbolo Shenu (también escrito Shen) es un nudo, un símbolo de unión y en verdad que trabaja en ma’at para toda persona que necesite un símbolo de soporte para su trabajo mágico, su “heka”. O sea que el Shenu es un símbolo para los magos de luz, y es un símbolo muy poderoso en este mundo de materia.

El Shenu es una cuerda que ata fuertemente la magia. Es un nudo para los magos, ayuda a juntar lo que el mago necesita unir, para eso se utilizó y se continua utilizando hasta el día de hoy.

Utilizando el Shenu el mago puede conseguir que la magia que él realiza no se disperse y se mantenga unida en el mundo invisible, si la magia se mantiene unida en el Mundo Invisible el mago no debe preocuparse tanto por el resultado de su trabajo mágico. El Shenu le da al mago el control sobre los elementos que pudieran disociar su magia.

Al ser una cuerda anudada, el Shenu puede extenderse lo que sea necesario para contener tanto el nombre del Nisut, como todo lo que el mago decida colocar dentro.

Al ser una cuerda anudada, el Shenu puede extenderse lo que sea necesario para contener tanto el nombre del Nisut, como todo lo que el mago decida colocar dentro.

Hoy en día el Shenu se hizo conocido gracias a uno de sus cometidos en nuestro mundo: el de reunir los nombres del Nisut Bity. Por eso al Shenu lo conocemos también con el nombre de “cartucho”, palabra que proviene del francés “cartouche”. Este apelativo le fue dado por los soldados de Napoleón Bonaparte debido a que el Shenu que rodea la onomástica real se les asemejaba a un cartouche de cigarrillos.

El Shenu le permite al Ka Real gobernar sin preocuparse demasiado por lo que pudiera sucederle a los nombres del Rey. El Shenu protege esos nombres de todo el mal que provenga del Increado, así como también de todos los magos de isfet que conocían esos nombres.

Fue debido a esa constante amenaza por parte de los magos que dos de los cinco nombres del Rey (el nombre que recibía al nacer y nombre que le era dado durante el ritual de coronación), se inscribían dentro de dos símbolos Shenu, rodeándose con la magia de las cuerdas sagradas.

Todo lo que precise de tu protección confíaselo al Shenu y éste lo protegerá. Entrégale al Shenu todo lo que debe ser guardado y protegido en este año de Aset, porque ella es protectora y guardiana de la magia que puede contener.

Nudos Shenu protegiendo los nombres del Rey Hor-em-heb.

Heka con Shenu.

“Conseguir una cuerda sana, sin defectos y entregarla al altar para hacerla “nefer”, perfecta. Luego lavar la cuerda en agua y sal bendecidas y realizar el nudo invocando al Shenu en su Nombre de “Señor de lo imposible, que une lo que está desunido, que es inspirado en su hecho por Ma’at y sirve en pos del Reino de Kemet, su gente y sus dioses, Shenu el Amado de Amón-Ra, mi Señor de heka, de unión y de equilibrio”.

Dicho esto esperar la llegada del Shenu. Ofrecerle ofrendas de dulces y tratarlo con mucho amor, humildad y respeto por la tradición de Kemet.

Darle la bienvenida haciendo el gesto henu y entregarle sus “regalos”. Contarle cuál es su trabajo y lo que se espera de él, y agradecer su colaboración en ma’at. Juntar fuertemente en un nudo lo que necesita ser unido y dejarlo para que el Shenu lo proteja y una eternamente.

El Shenu debe protegerse de ojos curiosos, debe estar en oscuridad, a la sombra y tranquilo. Debe recibir amor y respeto para trabajar feliz cumpliendo su misión cumpliendo su misión.

Espíritu Ba utilizando la magia del Shenu.

Espíritu Ba utilizando la magia del Shenu.

Cuando se necesite un nuevo nudo crearlo con otra cuerda. Si se desea retirar al Shenu de su trabajo sacarle la magia que contenga, quitarle el nudo y agradecer tiernamente todo el tiempo que sirvió en ma’at y solidaridad. Regalarle ofrendas de agradecimiento antes de darle la despedida eterna. Cuando todo termine “destruir” el cuerpo del Shenu, la cuerda, y quemarla junto con incienso y resinas con amor en el corazón. Todo es amado en el Universo para que pueda cerrar el círculo y volver a comenzar en ma’at.”

Caja construida con forma de Shenu. Pieza del tesoro de Tut-ankh-Amón.

Caja construida con forma de Shenu. Pieza del tesoro de Tut-ankh-Amón.

Agradezco a mis akhu por la información recibida.

Por Siathethert, Shemsu de la Ortodoxia Kemetica.

Reconstrucción virtual del Templo de Karnak.

Cada templo que ha existido en Kemet es una imagen del mundo ideal que los Dioses quieren crear en la materia. Ellos traen sus energías y las expanden mediante los templos. Es en estos edificios sagrados donde esas energías se canalizan y aumentan en fuerza y vibración
Los templos son entidades que permiten realizar este trabajo divino en ma’at y para el bien del pueblo de Kemet. El templo, o “Netjer Hut” existe en una realidad paralela donde Ma’at reina permanentemente y Netjer le dice a sus hijos qué deben hacer y cómo hacerlo para continuar con su tarea creadora. Esa es la función de los edificios sagrados.

Cada Dios cuenta con su propio “local” donde germinar su semilla de luz y verdad. Ese lugar sagrado es el que permite que el Dios concentre su energía y vibración para luego emitirla a todo lugar circundante, ya sea un pueblo, una ciudad o Kemet en toda su extensión. Los templos en la tierra deben brillar tanto como las estrellas en el cielo.
Cada templo es un “envoltorio” del Dios que lo habita, como si fuera su piel, sus emociones y sus triunfos.

Los rayos del sol entran en el santuario principal del templo de Karnak, durante el solsticio de invierno.

El templo es la capilla mil veces triplicada. Su fuerza, su alcance y su poder dependen del buen trabajo que realicen los hombres y mujeres llamados por el Dios para ser sus servidores divinos. Dentro del templo cada servidor debía trabajar en ma’at o corría el riesgo de no ayudar a la causa del Dios y no cumplir con el pacto con la deidad establecido.
Luego de trabajar en el templo durante dos o tres meses sirviendo al Dios, estas personas llevaban las enseñanzas y luz del Dios al pueblo o ciudad donde vivieran, emitiendo a toda su comunidad la luz y la vibración del templo donde habían prestado servicio.

Entrada a la sala hipóstila de Karnak.

En Waset se levantó la más increíble concentración de templos que ha conocido la humanidad. Consagrado a Amón, el Templo de Karnak fue el monumento nacional en el cual los monarcas kemitas, los macedonios fundadores de la dinastía ptolemaica y descendientes de Alejandro Magno, e incluso los emperadores romanos han dejado sus nombres grabados en muros, portales y santuarios.

El nombre original del templo es “Ipet Isut”, y está constituido por un complejo laberinto de construcciones que no guardan relación cronológica entre sí.
En Kemet los templos eran considerados entidades energéticas vivientes creadas a imagen del cosmos. La construcción de los templos, por estar “vivos” no debía interrumpirse, por esta razón Karnak estuvo en construcción constante durante casi 2.000 años, tiempo en que el templo mantuvo su funcionamiento. Una sorprendente sucesión de pilonos, obeliscos, colosos, patios o hipóstilas conforman la más fabulosa unión de esfuerzos de que se tenga noticia. El Ipet Isut no es sólo un triunfo de la arquitectura colosal, es asimismo un monumental testimonio de la fe del pueblo kemita y el poder del Dios Amón.

Vista aérea de los restos del Templo de Karnak.

La entrada a los templos está marcada por los pilonos. Se trata de una construcción en forma de pirámide truncada que, erigidos por pares, flanquean la entrada principal de los templos. En el espacio dejado entre ambos pilonos se encontraban las puertas de acceso (hoy desaparecidas de todos los templos), y los mástiles con altas banderas que evocaban el jeroglífico usado para escribir la palabra Netjer.

Normalmente los templos contenían dos o tres pilonos en su arquitectura, pero en el templo de Karnak existen diez pilonos. El templo de Amón contiene también la sala hipóstila más grande construida en Kemet. Se trata de una sala techada (hoy el techo ha desaparecido por completo) con 134 columnas, algunas de las cuales alcanzan los 23 metros de altura.
Además contaba con 8 obeliscos, de los cuales hoy tan sólo dos se mantienen en el sitio original donde fueran erigidos.

Entre los restos de Karnak se puede apreciar los siguientes monumentos:

  • – Un enorme estanque de 120 m de largo que recuerda al Nun, el océano primigenio.
  • – Varias capillas para las barcas sagradas como la Capilla Roja de Hatshepsut que está completamente restaurada.
  • – Varios patios como el de Tutmose III donde se encuentran sus famosos “Anales” que cuentan las conquistas militares de este Rey.
  • – La estatua de un escarabajo gigante construida por Amen-hotep III.
  • – El “Akh-menu” o Sala de las Fiestas de Tutmose III, construida para conmemorar el jubileo real, y donde en el siglo VI se instaló una Iglesia copta.
  • – Dos estatuas de Amón y Amenet del reinado de Tut-ankh-Amón.
  • – Varias estatuas que representan a distintos Reyes como el coloso de granito rosa de Ramsés II que se encuentra junto al segundo pilono del templo.
  • – Vías procesionales flanqueadas por esfinges criocéfalas –con cabeza de carnero, animal de Amón-.
    Múltiples estancias que comprendían capillas de diversas épocas, templetes y almacenes se encontraban dentro de las murallas de Karnak, hoy desaparecidas.

También se encuentran otras construcciones como son:

  • – El Templo de Khonsú.
  • – El Templo de Ptah.
  • – El Templo de Opet.
  • – El Templo de Montu y el Templo de Mut, con su lago sagrado con forma de media luna, se encuentran fuera del recinto amurallado de Karnak, pero forman parte del complejo del templo. El Templo de Mut se une al de su pareja Amón mediante un camino bordeado de esfinges.

Otra vía procesional de esfinges une el complejo templario de Karnak con el Ipet Reshut, hoy Templo de Luxor.

Vista del lago sagrado de Amón dentro del complejo de Karnak.

fuente

fuente 

fuente 

Fuente: Manual para realizar el rito de adoración del dios Amón.

La enorme Serpiente Apep, junto a ella Netjer en su Nombre de Atún-Ra. Imagen de la tumba del Nisut Ra-mose I (KV 16).

La enorme Serpiente Apep, junto a ella Netjer en su Nombre de Atún-Ra. Imagen de la tumba del Nisut Ra-mose I (KV 16).

Todas las religiones tienen una figura maligna, una entidad que se encarga de destruir lo creado por Dios.
Dentro del kemetismo esta entidad del mal se llama Apep y se representa como una serpiente enorme y feroz que ataca la Barca Solar donde el Creador viaja durante las oscuras horas nocturnas. Para evitar invocarla se la denomina El Increado, o simplemente, la Serpiente del Mal.
No se trata de un Dios ni de una entidad particular, la Serpiente no es una creación. Apep existe porque es una parte de Netjer que va contra sí mismo.

Como en todo existen dos polos opuestos, el opuesto de Netjer es Apep. La Serpiente de la que no se dice el nombre es la antítesis de Netjer. Lo que él construye la Serpiente destruye. Todo aparece en un mismo momento. Tanto la Serpiente como Netjer son parte de un mismo ser, sólo que nosotros debemos honrar a Netjer por ser nuestro Creador.
La Serpiente no tiene nada que sentir por nosotros. Los seres humanos lo que provocan en la Serpiente es un enorme odio, porque ella no está lista para amar, ya que no es Netjer sino una parte de él porque no funciona como un todo.
En la mitología kemita la Serpiente aparece como un ser aparte, debió hacerse así porque el hombre necesita comprender lo que El Todo puso fuera de sí. No es fácil para el hombre lograr el equilibrio que consigue Netjer mostrando sus dos polos, cada uno por separado. ¿Cómo podemos comprender o explicar que Netjer es tan destructor como constructor? Esta verdad no es fácil de asimilar. Es cuestión de confianza, pues Ma’at fue creada como una fuerza de confianza que nos ayuda a entender que en Ma’at está la Creación, y en isfet está la Serpiente. Todo a su medida, tiempo y lugar.

Texto extraído del » Manual para realizar el rito de adoración del dios Amón.»

Set en la tumba de Tutmosis IIISet es el Señor de la energía en movimiento. La energía de Set es lo opuesto a la energía de su hermano Wesir. No obstante, Set es el motor que Wesir necesita para poner en funcionamiento los ciclos naturales y humanos (puesto que Wesir representa al ciclo natural en sí mismo). 

El dios Set es una combinación de lo que Ra desea y lo que el hombre necesita. Este dios está actuando continuamente en la esfera humana, porque los seres humanos precisamos de su energía de movimiento para entrar en el circuito de Ra que es una espiral de movimiento. Set entonces es la fuerza que eleva, que lleva y trae al hombre desde el principio hasta el final de su camino.

El Señor de color rojo es la furia del momento de acción de esta energía. Su color nos indica cuidado con la energía que se está moviendo. Que tengamos cuidado con los esquemas (nuestros esquemas) que están quietos, duros, rígidos, porque Set los pondrá en movimiento y otro ciclo va a comenzar de la mano de Wesir. Por eso son casi “inseparables”, son gemelos que nacieron de la misma madre con un propósito similar. Uno sigue al otro y el círculo es eterno, porque sin movimiento Wesir queda estático y “muere”, y sin movimiento Set no puede existir. La muerte, entonces, es la falta de movilidad, el quedarse “rígido” en un mismo sitio, por eso el hombre pasará de un estado físico a otro energético y espiritual, para luego volver a ser físico.

SetMuchos ven a Set como un ser de mal carácter, duro, fuerte, consentido en todos sus deseos, pero el dios en cuestión no es realmente como lo pintan. Su fuerza procede de la necesidad de movilizar la existencia y a toda la creación; los vientos del desierto son los que mejor muestran esto que Set hace muy bien. Ellos mueven grandes cantidades de arena de un lugar a otro en forma continua. Los rayos también son un síntoma de que el ciclo dio comienzo, pues el movimiento es notorio, y la energía que se ve en el aire demuestra la actuación de este dios en su momento de acción. 

La iconografía sagrada representa a Set por medio de un animal muy extraño, que aun no ha sido descifrado y se conoce como “animal tifónico”. En realidad ese animal nos es desconocido. En un principio, el animal de Set debió ser un tipo de burro o asno que ahora está extinto. La cabeza de Set, representada por este animal, pasó entonces a ser la de un animal desconocido, y muchos pensaron que se trataba de un animal diferente al que realmente es. Con el paso del tiempo el dios fue cambiando de aspecto hasta llegar a ser un animal casi mítico, diferente a ese asno antiguo que ya nadie conoce pero que, en su momento, sería muy apreciado por provocar el movimiento de otros animales. Puede que estos asnos extraños fueran los que obligaran a otros animales a viajar y moverse por los campos para buscar agua y alimento según la época del año. Serían también de color rojo o rojizo pero, con el tiempo que ha transcurrido, Set pasó a ser casi oscuro, olvidando su color rojo particular; y su extraño hocico quedó hacia abajo como el de un tapir, que será parecido (pero no igual) al de los animales originales del dios.

*

Extraído del blog Filosofía Egipcia Ancestral.

Imagen de Aset.

Conociendo las manifestaciones del Poder Uno: la diosa Aset (no confundir con la diosa grecoegipcia Isis)

En un principio la magia heka era únicamente propiedad de los dioses. A los seres humanos se nos había dado el poder de hablar en ma’at y de repeler isfet, pero la magia de la mente no nos era revelada. Fue hasta que Aset hizo su aparición en los jardines de Ra cuando la magia se hizo presente entre la gente de Kemet, por lo que podemos afirmar que fue ella la única que dio a conocer la magia heka a su pueblo.

Aset buscó la magia de Ra mediante el discurso que guarda el heka. Ella es la “Señora del Discurso” y es capaz de crear lo increable mediante el uso de la magia heka.

Aset es el enlace entre lo que está creado y lo que la mente puede crear. Es como si Ra tuviera el heka y Aset fuera quien lo hace funcionar. Entre ambos el heka tiene su lugar en el mundo.

Aset lleva el título de la “Señora del Cielo” porque, al igual que Nut y Hethert, ella porta los dos cuernos; además de ser la creadora del mundo que origina mediante su heka. Todo lo que ella dice es entendido por la creación y recreado por todos los seres que están bajo su mando.

Tal como su nombre nos lo indica, es Aset el asiento de la realeza del pueblo de Kemet (literalmente Aset quiere decir el “sitial”). Ella asienta las bases sobre las cuales se apoya la Institución del Nisut-Bity, y es la revelación de lo que debe ser dicho y hecho sobre la tierra de Kemet. Ella “habla” con su hijo Heru (que es quien ocupa el trono bajo su forma de Ka Real), y él responde a todas las ideas y discursos de su madre.

El pueblo kemita de la antigüedad (al igual que la actual Ortodoxia Kemetica), se destacó de entre otros pueblos por haber manifestado siempre un fuerte arraigo a sus leyes y tradiciones. Fue Aset quien creó, junto con su hermano Wesir, las reglas sobre las cuales se basa toda la tradición kemita, la que ya lleva milenios de existencia.

Es ella nuestra madre porque “dio a luz” al pueblo de Kemet, que ahora es tan hijo suyo como lo es Heru. Por esa razón es la madre de todos los que son parte de las Dos Tierras de Kemet, todos los que honran lo que está para ser honrado y no se detienen a consolar a la mente que no logra comprender estos asuntos.

La diosa Aset es una de las diosas que atiende los partos (junto a Nebt-Het, Meskhenet y Heqat), por lo que se la relaciona con los nacimientos y cuidados del bebé. En ese papel ella bendice con su ejemplo a todas las madres y a todas las mujeres que ayudan a otras a traer nueva vida.

Como súbditos de la “Reina” de la Tierra Negra debemos honrarla para así poder acceder a la verdad que esta deidad tiene para revelarnos, y poder un día recrear el deseo de la diosa sobre la tierra.

Trabajando en ma’at junto a Aset y con el heka que ella nos brinda podremos desarrollar su delicadeza de pensamiento, su sabiduría solar y amor maternal.

¡Dua Aset djet neheh! ¡Adoración a Aset por siempre y eternamente!

 

 

Por Siathethert, Shemsu de la Ortodoxia Kemetica.

 

 

 

 

 –